Ushuaia – Laguna de los Témpanos y glaciar Vinciguerra

Para llegar a este glaciar hay que ingresar en el valle de andorra, por donde corre el arroyo grande. No había transporte regular hasta esa zona, así que tomamos un taxi y luego de pasar una zona de pequeñas chacras, el camino se corta por una tranquera verde que da acceso a una turbera. Allí nos bajamos y empezamos a caminar.

Turbera: Producción de turba

Turbera: Producción de turba

Cruzamos la turbera y caminamos hasta el arroyo grande, el cual hay que cruzar. Nosotros íbamos siguiendo las indicaciones de una guía de trekking, pero nos desentendimos y tuvimos algunos desaciertos para encontrar el inicio del sendero. El arroyo grande es realmente ancho y caudaloso. No se lo puede vadear. Habría que nadarlo. Por lo tanto hay que ir buscando río arriba un precario puente de troncos para cruzarlo.

Cruce del arroyo por puente

Cruce del arroyo por puente



Luego de cruzar el puente no podíamos ver el inicio del sendero porque estaba tapado por unos troncos caídos. Así que empezamos a internarnos en el bosque, ladera arriba, hasta dar con el sendero. Hasta que dimos con el sendero perdimos mucho tiempo. Caminamos por tierra que nunca había sido pisada. Era un colchón de humus, que cuando lo pisabas, resbalabas hacia abajo. Eso dificultó bastante la marcha. Una vez que dimos con el sendero, ya pudimos caminar mucho mejor.
Al principio el sendero para por un bosque denso. El suelo es muy barroso y resbaloso. Hay que avanzar con cuidado. Luego se llega a una especie de pradera de altura, cubierta por pastizal, donde se ve claramente el camino a seguir.

Bosque de este camino


Luego de cruzar la pradera empezamos a subir por la ladera rocosa que se nos presentó enfrente y llegamos a la laguna de los témpanos y glaciar vinciguerra.

IMG_5088 - y el camino sigue subiendo por ese arroyo que baja al fondo
Este lugar es hermoso! Acá almorzamos, hicimos un poco de fiaca al sol (re daba para una siesta!!) y volvimos por el mismo camino. Como la laguna es muy pequeña y está encerrada entre las montañas, casi no se sentía soplar el viento. En el lugar había unas pircas donde se ve que han acampado. Habría que ver si acampando allí se puede hacer al otro día el cerro esfinge. Pero eso quedará para otro viaje.

laguna y glaciar

laguna y glaciar

Relato: Karina

Relato: Karina

Fotos: Darío

Fotos: Darío

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